Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Estalló CEPYME

5 de julio de 2024

La pequeña y mediana empresa estalló. Dijo alto y claro basta ya. Basta de intervencionismo por parte del gobierno. Basta de acogotamientos, de hipercontroles, de telas de araña administrativas que lastran la capacidad de desarrollo de las empresas. Basta de recortar sus libertades, de adoptar resoluciones vitales a sus espaldas y basta, sobre todo, de la dispensa de un trato que si por algo se caracteriza es por la desconsideración hacía quienes no hacen otra cosa que trabajar duro para intentar que los negocios funcionen y se mantenga el empleo.

Reventó CEPYME por estar harta de asedios y estigmatizaciones. Por el menosprecio que el gobierno muestra, sin ningún tipo de recato, hacia la clase empresarial. Por su arrinconamiento en asuntos de importancia capital para asegurar el normal funcionamiento de las empresas que se están viendo lastradas por un exceso manifiesto de regulaciones.

Los integrantes de CEPYME, que constituyen uno de los pulmones de la economía de nuestro país, un motor crucial para adquirir la velocidad requerida por el estado de bienestar, sólo aspiran a una cosa: que las dejen trabajar, que no les pongan adoquines en carreteras con curvas difíciles que demandan de mucha pericia a la hora de conducir y gestionar. Que cesen las campañas de descrédito y las etiquetas que los convierten en los malos del relato socioeconómico.

CEPYME habló en su asamblea exponiendo un discurso muy razonado y la denuncia expresa de una situación insostenible. La que vienen soportando miles de empresas agobiadas por las cargas impositivas, las medidas restrictivas y el estrechamiento impuesto a sus posibilidades de crecimiento que cada día son menores a la vista de las trabas legales .

Solo aspiramos a que nos dejen trabajar. Este es el mensaje final lanzado por CEPYME que contó con la presencia y la identificación en sus posiciones de CEJ y ANESAR. Bingos y salones que también soportan, entre otras trabas, una saturación reguladora que asfixia a sus empresas. Todo ello justifica el tremendo estallido de un sector de pequeños y medianos que ya no aguanta más y pide una única cosa: ! basta ya !.