Hasta ahora solo conocía a una Elsa. De apellido, Lanchaster. Consorte del inmenso genio de Charles Laughton, cuyo talento descolló siempre a la sombra de su marido, en títulos como "La escalera de caracol" o "Testigo de cargo".
Ahora conozco a otra Elsa. De apellido, Artadi. No sé de quién es consorte ni me importa. Pero su histrionismo ha alcanzando cotas similares a las de su Pigmalión, el gran Artur "del Imperio Estelado". Ahora se sube al proscenio informativo para declamar, con verso libre, que el Gobierno español veta la participación de Cataluña en las loterías europeas. "No podemos jugar al Eurojackpot o al Euromillones. La lotería española, con el apoyo estatal, nos ha vetado. Somos miembros de las loterías europeas pero como no tenemos un estado detrás que nos apoye, no nos dejan participar", recita ante el micrófono de un canal televisivo.
Desconozco los pormenores de la queja de Elsa, Artadi y no Lanchaster, pero demuestra en este tema la misma manía persecutoria que Artur, "del Imperio Estelado", contagia a sus acólitos. ¿O no es veto que una administración de Lotería de la Gran Vía madrileña no pueda vender un número de La Grossa a un turista catalán, murciano o vasco?. ¿No debe existir la posibilidad de comprar un producto "español" en cualquier parte de España?. También es una forma de veto. La esquizofenia política está produciendo una astracanada. Aunque si me apuran, con tintes de melodrama. Los esfuerzos deben dedicarse a otros menesteres y no a un ejercicio de victimismo "caduco" y desestabilizador.
En el cartel de variedades de Cataluña parece improbable encontrar un reparto con figuras como la uniformidad normativa, apertura de mercado, rebaja tributaria, mejoras administrativas, modificaciones reglamentarias …. Quizá Artadi, Elsa, de trato afable en la distancia corta y a la que presupongo mujer inteligente y muy capaz, debería recibir clases del método Stanislavski. Pureza actoral. Entonces, seguro me acordaría de las dos Elsas.
