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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Estrellas sin brillo

19 de septiembre de 2024

El sector cae a veces en la tentación de invitar a sus congresos o eventos de importancia a personajes de un cierto relieve público. Con ello traten de estimular el interés general al tiempo que piensan que se proyecta brillo social sobre el acto en cuestión. La iniciativa, en la mayoría de ocasiones, se salda sin aportaciones dignas de ser tenidas en cuenta por el empresario. Y lo más que se consigue es despertar la curiosidad general ante la presencia cercana de una figura conocida.

En el 25 aniversario de la constitución de CEJ la patronal del bingo invitó a Alfonso Ussía y Ramón Tamames para que subieran a la tribuna de oradores. Tamames, catedrático de estructura económica entonces en el ejercicio de su función docente, se limitó a leer las estadísticas emitidas por la Comisión Nacional del Juego cometiendo errores de interpretación. Y finalizó su perorata, provocando el aburrimiento general de la audiencia, con la siguiente recomendación: «Yo les diría a los empresarios del juego que en materia impositiva deben de resignarse y pagar.” ¿ Que les ha parecido ? Para escuchar semejante gilipollez, ¿ hacia falta la presencia de tan destacado catedrático afiliado al PC por más señas ?

Luego le tocó el turno a Alfonso Ussía cuya única finalidad consistía en hacer reír al respetable. Lo consiguió sólo a medias con sus versos satíricos, sus chascarrillos y los recitados de pasajes de la obra de su abuelo Pedro Muñoz Seca. Cuando se puso a hablar, de pasada, de las tragaperras con un cierto desdén crítico hizo que aflorara la indignación entre una buena parte de los asistentes que pusieron cara de palo.

Hubo un COFAR, creo que tuvo a Bilbao por escenario, en el que Graciano Palomo llevó a su amigo el periodista Carlos Cuesta, entonces en la cresta de la ola por sus apariciones en la extinta televisión de El Mundo, que expuso un sinfín de estadísticas y análisis económico de carácter general que sirvieron para anticipar la siesta de no pocos congresistas.
Podría relatar más encuentros de ésta naturaleza tenidos por el sector con personalidades ajenas al mismo cuya contribución a la industria ha sido, el mejor de los casos, de puro entretenimiento, de hacer espectáculo. Estrellas sin brillo para alumbrar al sector que con su participación no vio luz alguna.