Los empresarios andaluces del juego no han regateado elogios a la labor desarrollada respecto a la actividad por Manuel Vázquez ahora flamante secretario general de Hacienda. Ha sido la suya una gestión no excesivamente dilatada en el tiempo pero sí intensa en los hechos y decisiones. Tanto es así que gentes destacadas del sector lo sitúan entre los mejores reguladores que ha tenido la Junta.
No pretendo hacer inventario de las actuaciones de Vázquez y de las mejoras introducidas. Me quedo con lo que dijo Nacho Benítez Olivero en el homenaje a Antonio Vallejo. Para él lo esencial de la etapa protagonizada por Vázquez era la visibilidad que se le había dado al juego, la dispensa por parte de la Junta de un trato idéntico al del resto de sectores productivos y no escondiéndolo como habitualmente venía sucediendo. Coincido en que ésa normalización en el trato, ésa naturalidad llegado el momento de analizar y poner en valor la defensa de los intereses del juego han representado una conquista notable.
Con ése panorama como antecedente es comprensible que el nuevo responsable del juego de la Junta, Jesús Ignacio Pérez, reconociera que el listón dejado por Vázquez estaba muy en lo alto. No obstante fue reconfortante oírle decir que abordará con las asociaciones las normas que resulten beneficiosas para el sector "porque cuanto más mejore éste más ganaremos todos.” Primeras impresiones que en principio denotan una voluntad por seguir las coordenadas de una gestión caracterizada por el pragmatismo, la naturalidad y la eficacia. Habrá que esperar y confiar.
