El Bingo Dinámico de Madrid tarda más de lo previsto en entrar en juego . Digamos que al menos por el momento no es tan dinámico como su apelativo hace suponer. Se anunció que entraría en vigor durante el último trimestre del año pasado. Ahora la fecha prevista se encuadra dentro del primer trimestre del actual. Todo depende de la agilidad que adquiera el proceso de homologaciones que, por lo visto hasta hoy, no se distingue precisamente por su celeridad.
El Dinámico de Madrid tuvo desde el inicio de su gestación un larguísimo período de suspensión hasta que llegó el alborozado momento de su nacimiento oficial. El proyecto de la nueva modalidad durmió el sueño de los inocentes en algún despacho coincidiendo con las elecciones autonómicas de Madrid y no despertó hasta el nombramiento del gobierno salido de las urnas. Aquéllo resultó un parto complicado por miedos políticos del anterior ejecutivo y del consejero encargado de darle el salvoconducto.
El proyecto de éste Bingo Dinámico se hubiera anticipado mucho en el tiempo por parte de Fernando Prats. Que trató de rescatarlo de un estado de parálisis administrativa tan larga como injustificada y cuyas razones finales nunca quedaron suficientemente explicadas.
Las salas de Madrid esperan el Dinámico como agua de mayo. Están pendientes del empujoncito definitivo. Del acelerón o la quinta marcha que imprima velocidad al sistema y, sobre todo, que lo trasforme realmente en dinámico. Porque dinamismo, alegría y juego es lo que piden los bingos de la Comunidad. Hasta que el día llegue, paciencia y a barajar.
