Es cuestión de rendirse ante la destreza que los políticos de Unidas Podemos tienen para ser foco de permanente actualidad. Televisiones, radios y periódicos son testigos diarios de sus comparecencias. Es una baza que juegan como pocos y con indiscutible habilidad contando para ello con la complicidad manifiesta de sus televisiones de cabecera. Unas cadenas rendidas a sus encantos “progresistas” que les rinden vasallaje y pleitesía.
¿Tanto tienen que decir e informar los ministros de Unidas Podemos?
La realidad es que llevan poco tiempo pero la verdad es que hasta la fecha han hecho muy poco o más bien nada. Pero por hablar no ha quedado. En ése sentido les dan un repaso a sus compadres de coalición y por descontado que se dejan muy atrás a sus oponentes de la derecha, que siguen arrastrando sus complejos frente a la izquierda y su falta de pegada dialéctica.
Un ejemplo lo tenemos en el flamante ministro de Consumo, Alberto Garzón. Hasta el momento únicamente ha explicado su propósito de abordar la ley de publicidad del juego y sólo con la intención ya viene apareciendo un día sí y otro también en todos los medios. Fotogenia y televisión a todo trapo y adelante. La verdad es que éstos chicos son maestros de la mercadotecnia política, de la autopromoción y del vender humo. Que son los reyes del camelo, vamos, y ahí no les tose nadie.
