Pilar Delgado Blanco lleva 18 años desempeñando la jefatura del Servicio de Juego de Castilla y León. Es por tanto una pieza clave en el devenir de la actividad. Y una pieza extraordinariamente útil para el desarrollo de una misión delicada que ha merecido la plena confianza de sus superiores. El hecho de estar en el puesto por espacio de más de tres lustros ya denota por sí sólo el grado de eficacia de su gestión.
Más allá de su talento profesional, constatado a lo largo de una ejecutoria brillante, Pilar es de las personas que sabe situarse, que mide bien el terreno que ocupa y no suele salirse del mismo. Y que jamás ha buscado el brillo individual, ni ha pretendido ejercer protagonismo alguno. Lo suyo ha sido el trabajo como norte y la discreción como norma y de ahí se desprende una labor con la rúbrica de la eficacia.
La incorporación de Pilar Delgado al Servicio de Juego coincidió en el tiempo con el nacimiento de los Congresos que han convertido a Castilla y León en faro luminoso de la actividad. Y en ésa parcela de su quehacer es imprescindible resaltar su contribución fundamental, que se centra en los preparativos y coordinación del evento y pasa el terreno del estar pendiente hasta de los mínimos detalles, de dispensar un tratamiento detallista y hospitalario a los visitantes, de saber hacer con estilo y una admirable sencillez.
El Congreso de Juego de Castilla y León, modélico y ejemplar por múltiples razones, tiene en Pilar a uno de los nombres propios que con su implicación generosísima han hecho grande el evento. Que es hoy orgullo de la Junta.
