Cuando los datos hablan sobran los relatos escritos a capricho y las matracas que se divulgan interesadamente sin una base seria que las respalde. El juego privado, el otro ni tocarlo, es blanco elegido para ser atacado con saña hasta su descalificación en base a un argumentario de tópicos y manipulaciones que chocan con una realidad distinta.
¿ Hay en la actualidad un asunto grave en España de juego problemático ? Las campañas orquestadas por gentes de filiación conocida aseguran que sí, agrandan interesadamente la gravedad de la cuestión y partiendo de ése supuesto se movilizan, influyen y actúan en los gobiernos y jalean los escraches a locales del sector.
La otra cara es la del dato frío y elocuente que apenas trasciende o deliberadamente se ignora. El otro día en Zaragoza el director de Jdigital le dijo en la cara al responsable de la DGOJ, Mikel Arana, que en España se había pasado de un 2% de juego problemático en 2018 al 1,6% en 2020, situando a nuestro país en la cola europea.
El dato no se lo inventó el señor de Jdigital. Procede del ministerio de Sanidad y por tanto nada sospechoso de haber sido cocinado como sucede con otros datos. No sé en 2022 en que porcentaje estará. Supongo que bajo y que se impone trabajar a fondo, y el sector lo está haciendo por su cuenta, para que se reduzca a cero. En ello deben esforzarse todos los agentes implicados. De acuerdo, pero basta ya de inflar el globo de la gravedad extrema utilizando para ello la mentira cocinada con fines espurios.
