Nadie puede negarle a ANESAR un poner manos a la obra para mejorar el funcionamiento de los salones. Para hacer del concepto salón un espacio grato y seguro. Para garantizar trasparencia y control. En ésa línea de trabajo la asociación no cesa de materializar iniciativas. Una prueba de ello es la Plataforma de Formación en la que están interviniendo empleados de distintos territorios autónomos.
Sobre los ejes de buenas prácticas de juego y atención al cliente están girando éstas jornadas didácticas, de contenidos sencillos pero de resultados eficaces, que tienen por misión fortalecer la imagen del salón. Una imagen muy alejada de estereotipos o manidos clichés. En la que el empleado debe de desarrollar un papel protagonista llegado el momento de tratar y cuidar al usuario. Porque se trata de eso: de cuidar con tacto, con sentido de la responsabilidad y espíritu cordial al público del salón. Extremando los detalles y sabiendo atajar los problemas cuando éstos llevan visos de producirse.
Los recursos humanos son básicos para el funcionamiento de cualquier sector. Y los salones son uno más donde el empleado debe de asumir su condición de pieza laboral básica para lograr que su imagen sea todo lo contrario de lo que intentan divulgar algunos. Y en dicha tarea hay que afanarse. Y multiplicarse.
