Lo de las ocurrencias de la pandilla de Podemos no tienen ninguna gracia, aunque parezcan sacadas del libro del disparate nacional. Porque muchas de sus propuestas, presuntamente serias, no pasan del calificativo de disparates, de las simplezas, o de la lisa y llana tontería. Estos tipos, que sacan pecho y se autoproclaman artífices de la nueva política, que todavía no se lo que es, no tienen sentido del ridículo y por eso no cesan en su elaboración y divulgación de gilipolleces de las que se muestran consumados creadores. Y hay que reconocer que en ésta parcela están alcanzando el liderazgo de la idiocia por méritos contraídos.
Lo último salido del caletre de éstos tontos de baba es lo de eliminar el “gordo de Navidad” por “incitar al odio”, no ser “inclusivo” y “alentar el bullying”. ¿ Como se han quedado después de oír semejante chorrada ? ¿ Tenemos la santa obligación de costear con dinero público las mamarrachadas de unos tíos que pretenden conducirnos por senderos absolutamente delirantes y que, para más inri, están convencidos de su superioridad moral y de su dogmatismo esclarecedor ?
Lo de suprimir el “gordo de Navidad” y quedarse más anchos que largos es una constatación más de que éstos tíos se aburren, están ociosos por carencia de faena y por eso se afanan en largar sandeces. Que pasan por desnaturalizar, o al menos intentarlo, todo lo que huela a tradición, a esencia de lo español. Ahora quieren cargarse el “gordo”, mañana será el Belén de Navidad, que ya están en ello, y pasado la bandera, la lengua y lo que se tercie. Objetivo: Dejar una España que no la conozca ni la madre que la parió. ¿ Se acuerdan del autor de la frase ? Pero éstos van en serio.
