El presidente de FEJAR, Máximo Gutiérrez, que no deja de estar en candelero por causas diversas, fue a las Cortes para intervenir en la Comisión que se encarga del Estudio de los Problemas de las Adicciones, de las que él, lógicamente, puede hablar con conocimiento de causa. Máximo en su comparecencia les dio un tirón de orejas a SELAE y ONCE diciendo «que no puede ser que Loterías y ONCE tengan diariamente diez minutos después del informativo de noche en TVE”. Y remató la faena afirmando “que SELAE tiene una enorme prepotencia y tendría que dar ejemplo cosa que no hace.»
Se quedó corto el patrón de FEJAR con el rasgo de la prepotencia, que ejercen los dos juegos, el público y el semi, con tantísimo descaro como falta de comedimiento. Son los chulos de la oferta de azar que por el hecho de gozar de carta blanca para comercializar sus productos y verse respaldados por los que mandan exhiben con manifiesta altanería su fuerza y poder.
En tanto que para el juego privado se intensifican los controles y las normativas de carácter restrictivo los tíos de LOTERIAS Y ONCE gozan de un proteccionismo desmesurado y se valen de campañas publicitarias multimillonarias para endosarnos sus décimos o cupones. Y, ojo al parche, no cesan de aumentar su oferta, sacándose de la chistera productos muy aditivos que nadie denuncia por comercializarse bajo el manto protector de papá estado.
No resulta extraño por ello que LOTERIAS y ONCE sean dos entidades que si por algo se distinguen es por hacer lo que les da la gana, sin que nadie ponga freno a su voracidad para engordar la caja y saltarse todas las barreras con tal de vender sus productos. Que, oiga, no generan la menor adicción. Esos son los privados exclusivamente. Pandilla de prepotentes y altaneros que campan a sus anchas. Al resto, que les den.
