Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

La magia del progresismo

14 de febrero de 2022

La izquierda que se autoproclama progresista es ocurrente, fabuladora, proclive a la fantasía y dispone de tiempo suficiente para inventar propuestas o formular planteamientos de lo más originales. Trabajar, lo que se dice sudar la camiseta, es algo que consideran secundario puesto que lo suyo, lo que les va es darle a la cabecita de la que salen, como productos pirotécnicos, carcasas antológicas que deslumbran al personal.

La última idea, brillante como todas las que lanzan éstas chavalas y chavales de mentes despiertas y alerta, viene de Izquierda Unida de Aragón. Lo que apuntan y pretenden llevar a cabo es introducir en la Ley de Juego una tarjeta identificativa que posibilite establecer la pérdida máxima a tener por los jugadores. O sea que quieren controlarlos muy férreamente velando por sus bolsillos y protegiendo sus intereses. Avalan la existencia de éstas tarjetas pero no las de crédito habituales y para rematar la faena propugnan un puñado de prohibiciones a añadir a las que ya están en vigor.

Lo que sucede con ésta ocurrencia de las tarjetas identificativas es que no deja de ser una muestra más de ése afán de las pandillas progresistas, ¿ de que progreso estamos hablando ?, por imponernos un modelo de convivencia que encaja perfectamente con su pensamiento totalitario. Son de mente única e igualitaria y todo lo contemplan bajo ésa óptica. Hoy es la tarjeta para contarnos el dinero que jugamos y decirnos basta. Y luego nos pondrán un número y en función del mismo nos indicarán donde tenemos que ir y hacer. Es la magia del progresismo que nos invade. O la dictadura comunista, que también puede interpretarse así.