Luis Miguel González Gago, actual consejero de la Presidencia de la Junta de Castilla y León, fué en una dilatada etapa anterior de director general del citado departamento responsable del juego por espacio de muchos años. Y ahora mismo es el máximo mandatario de la actividad lo que le confiere la condición de gran decano del sector frente al resto de dirigentes de las distintas autonomías.
En el haber de González Gago hay que inscribir su voluntad de ir propiciando, en la medida en la que se le ha permitido, una evolución de los diferentes subsectores. Y el tener la valentía en su momento de encabezar una idea, felizmente materializada, que con el transcurrir del tiempo no ha sido imitada por Administración alguna. Hablo de la creación de un Congreso del Juego que salió de su propuesta, contando con el respaldo de todas las asociaciones de Castilla y León y que refrendó el entonces vicepresidente de la Junta y consejero de Presidencia, Alfonso Fernández Mañueco. Aquél primer compromiso que se inició en Salamanca ha ido gozando de una espléndida continuidad a lo largo de diecisiete ediciones, lo que representa un legado administrativo de mucho calado y que confirma lo acertado de un proyecto plenamente consolidado y coronado por el más absoluto de los éxitos.
Esto significa que Luis Miguel González Gago se ha erigido en el decano político del juego español por los muchos años de estar plenamente familiarizado e identificado con los distintos subsectores y por el hecho, muy relevante por otra parte, de convertirse en un precursor, en un avanzado de las prácticas de azar que ha sabido traspasar barreras y abrir caminos para propiciar un tratamiento natural y con visión de futuro para la industria del juego.
Que Luismi está comprometido con la industria lo exteriorizó durante el último Congreso al defender al sector frente a los que tratan de postergarlo o arrinconarlo, los que se empeñan en que sea algo proscrito. Junto a ésta voluntad de hacer del juego un negocio plenamente normalizado no le han faltado los toques de atención al sector para que supiera hacer autocrítica y no cayera en el victimismo.
En el caso que nos ocupa no cabe resquicio para la duda. Luis Miguel González Gago es un decano español del juego con atributos y méritos más que suficientes para ostentar dicha calificación. Su currículum así lo acredita.
