A los salones les llueven los palos desde todos los frentes. Junto a las casas de apuestas se han erigido en el blanco perfecto de gobiernos y también, por si no era suficiente, de ayuntamientos que tratan de meter baza en el asunto. Es indignante comprobar como se ha desatado un verdadero pugilato entre administraciones para ver cual de ellas carga con más restricciones contra el juego siendo los salones el principal objetivo a batir.
Como no podía ser de otra manera ANESAR contempla con preocupación extrema un panorama legislativo en distintas comunidades que amenaza la normal actividad de los salones. Las campañas de descrédito promovidas para erosionar la imagen del subsector han tenido su respuesta en las administraciones que no han tardado ni un suspiro en subirse al carro del oportunismo político y hacer demagogia barata. Y los ataques, en forma de modificaciones normativas o proyectos, no cesan.
Recomienda ANESAR que ha llegado la hora de la defensa y hace un llamamiento a las asociaciones para que utilicen todos los cauces, incluso el judicial, para intentar contrarestar la ofensiva existente. Que es dura y muy lesiva para los intereses sectoriales. El juego en general, que arrastra un complejo de inferioridad frente a las administraciones y la opinión pública, opta por agachar la cabeza y guardar silencio cuando vienen mal dadas, como sucede ahora mismo. Y ya va siendo hora de reaccionar con energía desde todos los ámbitos cuando la actividad está muy seriamente amenazada. Hay que levantar la voz y cargarse de razones, que están ahí, para intentar paliar tanto ensañamiento.
