Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Las razones de Eduardo Roca

3 de diciembre de 2018

La pasión que me guía al comentar los temas del juego no impide que trate de abordarlos con ciertas dosis de objetividad. Por eso entiendo a Eduardo Roca cuando expone en la entrevista realizada por SECTOR que con el bingo valenciano no se ha podido llegar a acuerdos en materia tributaria y en lo referente al bingo mixto por las discrepancias entre las asociaciones, que responden a intereses muy diversos.

Mantengo sólidos lazos de amistad y afecto con las asociaciones EJUVA, ALEBIN y GREBIN. EJUVA está íntimamente ligada a mi trayectoria personal en el juego y he formado parte de ella. Esta identificación con las tres, éste cierto conocimiento de sus peculiaridades y señas de identidad me acreditan para saber de lo que hablo. Y sé que los acuerdos entre las asociaciones valencianas han sido difíciles y habitualmente han estado rodeadas de serias discrepancias, de posturas encontradas y opiniones muy dispares. Por ello cualquier mejora ha costado lo suyo y se ha dilatado en el tiempo. Aquí ha predominado como guión la lucha entre los llamados pequeños y grandes.

Ante semejante panorama Roca exhibe su postura: no actuo porque las asociaciones no se aclaran. Y su argumento es irrebatible porque no se puede regular cuando las reivindicaciones se enmarañan. Esta actitud también es sin duda la más cómoda pues tiende a justificar la paralización. Situación semejante se dio en Andalucía y los subsectores han estado casi paralizados por espacio de tres años. Llegado el caso pienso que el regulador tiene que coger el toro por los cuernos y actuar, de lo contrario la esclerosis sectorial se acentúa.

Lo aconsejable en el caso que nos ocupa es que las asociaciones traten de esforzarse por dialogar y pactar, por acercar posiciones a toda costa. De lo contrario la administración tendrá motivos para no hacer nada, para mostrarse inoperante. Que en no pocos casos lo es.