El otro día hablaba de los viejos gladiadores del sector. De los que lo auparon a costa de sudor, dura lucha y más de un golpe bajo recibido, a la altura que hoy ocupa. Que es un espacio empresarialmente digno y reconocido pese a las campañas de insidias desplegadas en su contra y las alarmas sociales que se adoban con las salas de la manipulación.
Recordaba que parte de aquéllos protagonistas de primera fila nos han dicho adiós definitivamente y otros han buscado la senda del retiro dorado y bien ganado. Hoy tenemos que lamentar la pérdida de Antonio Vidal, uno de ésos hombres de la primera hora del recreativo, de la fuerza y el empuje que se pasaron toda una vida, de inquietudes incesantes y esfuerzos por subir peldaños, junto a las máquinas, a las que auscultaron con amor y mimo.
El reverso de la moneda la tenemos en Pedro Ocaña, otro histórico que ha vivido en Andalucía su historia de tres décadas peleando por el asociacionismo y que ayer encontró el cálido hasta siempre de un sector que le admira y le quiere.
Son los protagonistas de ésa primera fila del juego español que por unas u otras causas, va abriendo paso a los que llegan. Que nunca atesorarán sus vivencias.
