Ayer dábamos la noticia de que MGA está nominada para optar a dos prestigiosos galardones. No es de extrañar conociendo la trayectoria del Grupo, lo que ha representado y representa en la historia española del juego y la personalidad de su fundador y de quienes han cogido su testigo y prosiguen una línea de conducta basada en dos pilares: profesionalidad y rigor.
Siempre me ha admirado de MGA ésa propensión suya a huir del autobombo, a la que tan aficionados son otros. El saber mantenerse en una posición empresarial donde mandan los hechos y no las palabras. Y el traducirse ésta postura en una política evolutiva que no se ha dado respiro durante los últimos años. En los que sus servicios se han multiplicado y mejorado, y en los que sus productos llevan el marchamo de la innovación.
Con éstas credenciales resulta natural la candidatura de MGA a premios de relieve, a los que de antemano me anticipo a proclamar que son dignos acreedores. El Grupo sigue con viento favorable el rumbo señalado en su día por una personalidad tan significada como la de don Jaume Sanahuja, cuyas aportaciones al sector ganan valor con el tiempo, y que continúan sus hijos Joan y Enric, y José María Colomer que es pilar esencial de la compañía.
Independientemente del brillo que desprenden los premios hay otros muy importantes que se ganan día a día y que consisten en hacerse con la confianza de los clientes. Estos los viene conquistando MGA con la vitola de la calidad en productos y servicios.
