CEJ y FEJBA son para el bingo español una especie de corazón partío. O dos corazones que no laten al unísono pero cuyos pálpitos responden al mismo compás.
Porque el aire que respiran es idéntico y el escenario donde se mueven, muy limitado, también. En CEJ y FEJBA todo gira alrededor de sus dos grandes protagonistas, Henar y Ballesteros, y las diferencias las marcan las personalidades de ambos, que ésas sí no se parecen en nada.
Ahora FEJBA y CEJ se han cogido de la manita para organizar conjuntamente el segundo foro nacional del bingo. Y la noticia es positiva por cuanto denota que en los temas de enjundia hay que aparcar las discrepancias y ponerse al tajo de forma conjunta, aunando esfuerzos e ideas y tratando de buscar sendas para que el bingo deje de aburrir al personal y recobre la salud que ahora están teniendo, por ejemplo, los salones.
Este paso dado por CEJ y FEJBA de trabajar codo con codo no significa, conociendo como conozco el percal y los perfiles de quienes capitanean ambos barcos, que estemos en puertas de una unificación asociativa. Esta no se dará. En lo esencial Ballesteros y Henar coinciden, pero en las estrategias, matices y propósitos difieren y difieren bastante. Pero positivo es que en momentos clave, y el del foro lo es, se aparquen disonancias y a todos les mueva el interés general frente a cualquier tentación partidista.
Henar y Ballesteros fueron los protagonistas de las elecciones más controvertidas y apasionantes que ha vivido CEJ. Y en las que me ví metido hasta el cuello. Unos comicios disputados, tensos, donde los candidatos trataron de arañar hasta el último voto. Y en las que se produjeron actuaciones irregulares que empañaron la jornada. Digo que nunca se conoció nada igual en la Confederación porque allí hubo de todo y la emoción y el enfrentamiento se hicieron patentes.
Retornando a la actualidad los del corazón partío cierran filas para darle lustre y solidez al II Foro Nacional del Bingo. Bienvenida sea la concordia. Dure lo que dure.
