Loterías y Apuestas del Estado ( SELAE ) patrocina un circuito de triatlón para niños de entre 10 y 13 años. Es un detalle que la gran patronal del juego público se preocupe por los adolescentes y les brinde oportunidades para fomentar las prácticas deportivas que resultan saludables para el cuerpo y el espíritu. SELAE, organismo al que le sobra el dinero para desarrollar y llevar a cabo acciones de mecenazgo, testifica con iniciativas de ésta naturaleza su alto grado de sensibilidad social y su afán por contribuir al estímulo de la competitividad y el esfuerzo entre los chavales.
Por edad, y por los múltiples golpes que depara la vida, uno suele ser desconfiado, incrédulo ante no pocos gestos de altruismo y desprendimiento. Y quién me dice a mí que Loterías no utiliza, en éste caso y en otros similares, una táctica muy sutil, muy envuelta en el celofán de los mensajes subliminales pare sembrar entre los niños y adolescentes un sentido de familiaridad, de acercamiento a la marca Loterías para que quede grabada el subconsciente y perdure en la memoria. ¡ Que grandísima labor benefactora la de Loterías !, es la conclusión final de la acción publicitaria. Y un primer paso para fomentar a corto o medio plazo la compra de productos de la casa.
SELAE, y por descontado que también la ONCE, encuentran el terreno abonado para hacer lo que les viene en gana en actos de promoción y publicidad. Y no dudan en recurrir a técnicas encubiertas que no albergan otro objetivo que no sea interesar a la juventud en sus productos, que son de un blanco inmaculado, que están dispensados de las adicciones. Lo de los niños o los adolescentes con Loterías es una muestra de hasta dónde llega la doble moral y la desvergüenza más escandalosa cuando del juego hablamos. Aquí nadie condena ni descalifica.
