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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Rafael Domínguez, con Sevilla al fondo

2 de mayo de 2024

Rafael Domínguez, abogado sevillano con mucho bagaje en materia de leyes del juego, lleva 36 años trabajando para el bingo. Comenzó en ASAEBIN y ahí sigue pilotando el día a día de la asociación. Una tarea que compagina con el asesoramiento de CEJ, en ambos casos bajo el liderazgo de Fernando Luis Henar.

Conozco a Domínguez desde sus inicios en el bingo. Estaba todavía tierno profesionalmente hablando en aquéllos comienzos suyos a la vera de Ignacio Benítez Andrade, que sirvieron para darle la vuelta al sector en materia de relaciones asociativas y de acercamientos empresariales. Y en época tan lejana en el tiempo y sin embargo presente en el albún de los recuerdos compartí con Rafael muchos ratos amables, de ésos que no se olvidan. Una noche que mi amigo del alma, Ignacio Benítez, no podía estar conmigo fue Rafa el encargado de hacerme vivir la magia de una ciudad que resplandece como ninguna al caer las sombras y encenderse las lámparas de la alegría. Una Sevilla que te atrapa y te conmueve, sobre todo cuando te pierdes por las callecitas del barrio de Santa Cruz y no quieres que amanezca para no perderte ése fluir de aromas y poesía que envuelve un paisaje urbano irrepetible.

Rafael Domínguez es sevillano y ejerce como tal. Y en sus palabras, en sus comentarios deja traslucir su fino sentido del humor y su amor por una ciudad que es gloria bendita. En el quehacer profesional lo avalan tres décadas muy largas de dedicación al juego y de dominio de los temas del bingo. Me alegró que estuviera presente en el homenaje que me tributó CEJ. Al final uno se nutre de los momentos gratos compartidos por personas que se incrustan en la peripecia individual de cada cual. Con Rafael Domínguez, en otro tiempo que marcaba mi paso a la madurez, tuve la feliz oportunidad de vivir Sevilla en su vertiente embrujadora que te deja huella imperecedera. Le deseo por ello largos años de permanencia en el bingo sevillano como prueba inequívoca de que, profesionalmente hablando, está en muy buenas manos. Y a seguir cantando bingo en Triana o Santa Cruz, que tanto monta en cuanto a gracia y duende.