Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Confederación, unidad

11 de abril de 2022

Son palabras que se han escuchado mucho durante los últimos días. Que entrañan propuestas más que loables dignas de apoyo y reflexión. Tengo que decir que yo las vengo oyendo desde la primera etapa de la legalización del juego. Y fui testigo muy directo de iniciativas en éste sentido que no fructificaron o cuando consiguieron despegar se quedaron en el mero intento, sin disponer de tiempo para hacer algo reseñable.

No se anduvo con rodeos el responsable de juego de Madrid, Luís Miguel Torres, el otro día cuando afirmó: "Lo que se avance en materia de unidad dará mayores facilidades a la Administración para atender al sector.” Y al pronunciar ésas frases el propio interesado era consciente de que semejante pretensión es harto difícil por mucho empeño que se ponga en el proyecto. Y referencias hay múltiples que así lo acreditan.

Que conste que no dejaría de celebrar que lo de la gran Confederación cuajase, convirtiéndose en una realidad positiva desde la perspectiva del fortalecimiento asociativo y empresarial que en la actualidad está muy disperso. Pero insisto en que existen antecedentes de sonoros fracasos. Y las razones son imputables a choques de intereses, recelos, colisiones de egos, criterios dispares y, sobre todo, identidades del negocio que alejan las posiciones de unos y otros. Independientemente de esto el ámbito de actuación de una Confederación hay que circunscribirlo en la práctica al territorio autonómico que es donde están las competencias. A escala nacional se limitaría a la interlocución con Consumo cuya capacidad es la que es, o sea muy poca y restringida a un área. No obstante aliento sinceramente a que se lleve adelante el proyecto. Y permítanme que exprese mis dudas. Gracias por la confianza.