Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

La Barcelona de Colau

11 de octubre de 2021

De la señora alcaldesa de Barcelona cabe esperar cualquier cosa menos sentido de la objetividad, amplitud de miras, desactivación de prejuicios ideológicos, comedimiento. Procede del activismo de izquierda radical y sigue domiciliada en sus trincheras, pronunciándose como si continuara en la algarada callejera y gestionando la ciudad con unos criterios dogmáticos que en modo alguno corresponden a lo que demanda una capital que ha sido modelo de modernismo, de urbanismo avanzado, de atmósfera europea entendida ésta como síntoma de evolución internacional.

De ésa imagen de Barcelona pasamos a la que emerge bajo la tutela municipal, es un decir, de la señora Colau. Y contemplamos la imagen de una ciudad con alto nivel de inseguridad; con las calles dominadas por los violentos;  con transformaciones urbanas de estética más que dudosa; con la guerra declarada al turismo y la aprobación de medidas disparatas que no hacen más que empalidecer la fisonomía de una capital hermosísima que ahora presenta numerosas arrugas.

Dentro de la carrera de dislates protagonizados por la alcaldesa y sus palmeros está también, como no podía ser de otra manera, la cruzada antijuego que tiene a los salones en la diana de las prohibiciones. Una iniciativa de sesgo ideológico que no responde a la realidad. Carlos Duelo, presidente de PATROJOC, aludió recientemente el veto de Colau a éste tipo de negocios, cuando resulta que en Barcelona funcionan en la actualidad un 30% menos de salones que hace diez años.

Resulta estéril cualquier tipo de razonamiento, de información fiable y contrastada para disuadir a la alcaldesa de sus tremendos errores. Colau actúa y se comporta como lo que es: una activista alborotadora y populista que gobierna, hablo en sentido metafórico, para los cuatro de su cuerda. Y así está Barcelona.