Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Manolo Lao y la epopeya de Cirsa

28 de enero de 2016

La presencia de Manuel Lao Hernández en las listas de los hombre ricos de España es habitual y no sorprende a nadie. El periódico El Mundo lo ha situado en el número 15 entre las fortunas privadas más importantes de nuestro país, junto a nombres como el líder del ranking Juan Roig (MERCADONA), Sol Daurella (COCA COLA), Isak Andic (MANGO) o Juan Miguel Villar Mir (OHL).

La envidia es deporte nacional y supongo que a más de uno  o más de cien les jorobará el ascenso continuado de Manolo Lao a la cima del dinero donde lleva muchos años reinando. Soy de los que piensa que éste hecho debe ser motivo de orgullo colectivo para el sector. Comprobar que uno de los suyos, partiendo absolutamente de cero y haciendo realidad el gran sueño americano, halla protagonizado una aventura empresarial de las dimensiones de CIRSA es algo que obliga a quitarse el sombrero. Porque la hazaña titánica llevada a cabo por Manolo Lao es un compendio de lucha, audacia y talento natural puestos al servicio de una idea. Por ello, escribir la biografía de Lao tiene que ser un ejercicio excitante con páginas dignas de apasionar por las vicisitudes recogidas.

Es positiva la traslación de la figura empresarial de Manuel Lao a la opinión pública. Con ellas se certifica la robustez socioeconómica del juego como motor más de la industria española. Si bien tampoco estaría de más que, al margen de vincular al que denominan “rey del juego” con el ranking del dinero, los medios se ocuparan con mayor asiduidad de un Grupo como CIRSA desde la perspectiva estrictamente empresarial. Y del recorrido que viene realizando en el orden tecnológico, de investigación, de creación y superación de etapas que lo han aupado a un liderazgo internacional que se hace más que visible en Latinoamérica. Más allá del dinero y los millones lo que aquí se hace visible es la epopeya impulsada por CIRSA, pilotada en primera persona por Manolo Lao, y secundada por su hijo Manel, por Agut y unos equipos profesionales que han hecho de la compañía lo que es hoy: un modelo de empresa nacional e internacional.

Resultaría saludable que ésa realidad del juego, personificada en éste caso en CIRSA, trascendiera a la opinión pública como ejemplo a imitar en el plano empresarial. Y dando por hecho que la presencia de cualquiera en un ranking de millonarias es sinónimo de triunfo y valor personal.