Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

La Rápida

14 de abril de 2023

La historia de las loterías ilegales viene de lejos. Hubo una época, coincidente con la legalización del juego, en que a la ONCE le salió un competidor que vendía casi tantos cupones como la Organización Nacional de Ciegos. El promotor y ejecutor de la idea, que gano muchísimo dinero amparándose en el argumento que daba trabajo a vendedores minusválidos marginados por la ONCE, acabó en la cárcel con una dura condena.

Bajo el pretexto de rifas o sorteos para atender a causas sociales vienen actuando los espabilados de turno que sacan tajada engañando a gentes de buena fe. Y los hay más audaces y desaprensivos que crean sus loterías clandestinas y hasta que los cogen con las manos en la masa actúan con absoluta impunidad comercializando sus boletos.

Este es el caso acontecido en Málaga donde efectivos de las fuerzas de seguridad han procedido al desmantelamiento de la lotería pirata conocida como Rápida, nombre que por lo descrito se había hecho popular a base de estar en la calle y gozar de la atención de cierta clientela. Nada menos que 88.000 boletos les fueron incautados al clan que se ocupaba de su comercialización. Y entre que se iniciaron las pesquisas policiales y se llegó a la actuación directa para abortar el operativo clandestino, que se vendía a pleno sol, seguro que transcurrió un tiempo suficiente que dió margen para hacer caja contante y sonante.

Ahora ha sido la Rápida. Antes tuvimos el chalet que funcionaba en plan casino. Luego salen a la luz timbas en las que se juega fuerte. Todo un submundo de prácticas mafiosas que sigue ahí y del que las noticias que recibimos son un mero eslabón de una correa gigante. Que seguirá funcionando con impunidad en tanto los escarmientos legales no sean lo contundentes que el fraude cometido merece.