Con motivo del Día Internacional de la Mujer se han sucedido las manifestaciones y los homenajes. Vaya por delante que apoyo sin reservas la defensa de los derechos de la mujer y su protagonismo en el ámbito profesional y laboral. Del mismo modo que estoy absolutamente en contra de un feminismo dogmático y excluyente que hace de la figura del hombre un sujeto a combatir con saña al dictado de tesis tan pueriles como radicales.
Hecho éste introito aclaratorio celebro la sensibilidad mostrada por el LEVANTE UD, mi equipo desde niño y con carnet de abonado más de medio siglo atrás, que tuvo la deferencia con ocasión del partido del domingo de invitar al palco VIP del estadio a 16 mujeres. Todas ellas personalidades destacadas en actividades económicas y empresariales. Todas ellas ejemplo de un ejercicio brillante que ha servido para auparlas hasta lo más alto en sus respectivos cometidos.
Hay que aplaudir una iniciativa de ésta naturaleza. Que parte de un club de fútbol, con muchísima solera en el caso que nos ocupa, deporte en el que el sexo masculino ha ocupado todas sus parcelas de influencia sin dejar apenas resquicio para la mujer hasta la irrupción del fútbol femenino que está poniendo las cosas si no en sus justos términos si, al menos, propiciando avances muy significativos.
En la industria del juego el papel de la mujer en cometidos de la máxima responsabilidad sigue siendo deficitario. Se han registrado pasos adelante, faltaría más, pero en mucho menor grado que en otros campos y otros sectores económicos. Por eso es digno de resaltar que el LEVANTE UD mostrara la sensibilidad social suficiente para seleccionar, entre las candidatas a representar la importancia de la mujer en la empresa y el trabajo, a una destacada profesional del sector en su calidad de presidenta de ANESAR-CV. Un gesto cargado de simbolismo y que resalta la trascendencia socioeconómica de la asociación de salones en el ámbito autonómico liderada por Miriam Mayordomo. Síntoma inequívoco de que vamos avanzando. Aunque a veces no sea con la celeridad requerida.