La postura de Teresa Ramírez, diputada de VOX en las Cortes Valencianas, sobre la regulación de los salones de juego y la prevención de la ludopatía refleja un enfoque que busca equilibrar la actividad económica con la responsabilidad social. Al argumentar que el cierre de salones de juego podría resultar en pérdidas significativas de ingresos y empleo, la diputada destaca la importancia de considerar las implicaciones económicas de cualquier política que afecte a este sector. «Con el cierre ilegal de los salones de juego ya abiertos, como proponen los socialistas, se perderían 420 millones de euros y miles de puestos de trabajo», señaló.
VOX plantea regular la industria de manera que se minimicen los riesgos asociados con la ludopatía, sin recurrir a medidas drásticas como el cierre de establecimientos ya operativos.
La diputada también enfatiza la importancia de la educación y la prevención desde una edad temprana para abordar las adicciones, lo cual es un punto clave en la discusión sobre la ludopatía y otras adicciones. La idea de que la prevención debe ser la prioridad, en lugar de la prohibición, es un argumento que podría resonar con muchos que buscan soluciones sostenibles a los problemas de adicción.