Las plataformas ilegales están ganando terreno en Bélgica, y los consumidores, los empleos y los ingresos fiscales belgas están pagando el precio.
Según Yield Sec, el 60% de los sitios de juego visitados en Bélgica son ilegales, y 1 de cada 2 jóvenes de entre 18 y 21 años ya juega allí.
Estos sitios sin licencia ofrecen promociones agresivas sin verificación de edad, sin herramientas de juego responsable y sin pagar impuestos. Mientras tanto, los operadores regulados se enfrentan a restricciones cada vez mayores, lo que hace que la competencia y la protección de los consumidores sean casi imposibles.
¿El resultado?. Los jugadores están siendo empujados a un mercado no regulado y de alto riesgo. Bélgica pierde empleos, ingresos fiscales y su capacidad para proteger a sus ciudadanos.
Desde la asociación BAGO agradecen el compromiso del Ministro Rob Beenders de combatir el juego ilegal. Pero si no se adoptan medidas audaces y coordinadas, la protección de los consumidores seguirá siendo una promesa vacía.
BAGO pide: Una Comisión del Juego que sea más fuerte, con más recursos y capaz de actuar con eficacia; detección y bloqueo más rápidos de sitios ilegales y colaboración activa entre el gobierno, el regulador y los operadores autorizados para proteger y concienciar a los consumidores.
«Y, sobre todo, reconocer a los operadores belgas con licencia como actores clave en un panorama digital que cambia rápidamente. Una visibilidad justa y una oferta competitiva mínima son necesarias para garantizar un entorno de juego seguro y controlado para los jugadores», destacan.
BAGO está dispuesta a apoyar políticas equilibradas y modernas que protejan realmente a los consumidores belgas.