La reciente visita al igaming Brasil Summit me ha permitido, además de posicionar a Mobilots como marca global de proveedores de slots y bingo on-line, interiorizarme del estado del arte del mercado brasilero para juegos de azar.
Lo llamativo del mercado brasilero es que el juego está prohibido, en general salvo algunas excepciones donde en algunos estados hay operaciones bajo medidas de amparo judicial, pero en la mayoría de los 26 estados federales y en los 5.570 municipios el juego no está permitido. A pesar de ello es un mercado de cerca de 220 millones de personas que tienen el hábito de jugar.
¿Dónde y cómo lo hacen? Pues bien hay varias maneras, una es a través de plataformas .com que operan fuera del territorio brasilero, y por tanto no tributan rentas ni aportan a la sociedad, otra es mediante sitios locales que tampoco están en la legalidad y a más común en todas las ciudades es el ¨jogo do bicho¨ que es típicamente una lotería, también ilegal.
El congreso de los diputados ha sancionado una ley que espera el decreto reglamentario, que en un año electoral con una disputa muy reñida entre Jair Bolsonaro y Luz Ignacio ¨Lula¨ da Silva se hará esperar hasta el resultado final de las elecciones previstas para el 2 de octubre de este año.
Ambos candidatos se han manifestado con ambigüedades respecto del tema, el escenario no está claro. Lula fue quién en 2004 prohibió las operaciones de bingo que funcionaban y producían en ese momento cera de 2 mil millones de dólares anuales ¿por qué la autorizaría ahora?, aunque cierto es que el contexto es diferente. Para Bolsonaro habilitar la reglamentación sería romper alianza con los sectores ligados a la iglesia Evangélica de enorme poder en todo el país.
Mientras tanto el evento convoco a más de 40 operadores de la industria, entre plataformas, proveedores de juegos, sistemas de pago on-line y un sin número de empresas de afiliados con un desarrollo extraordinario en sistemas de fidelización y convocatoria con herramientas digitales que incluyen YouTube, redes sociales incluso Tik-Tok. Profesionales con enormes cantidades de seguidores que mediante recomendaciones dirigen a los consumidores a los sitios de juego y traquean completamente sus resultados cobrando un fee o por revenue share de los resultados del jugador.
Cabe destacar que el evento se desarrolló en uno de los mejores hoteles de la ciudad en la zona de negocios TOP de Sao Pablo y fue visitado por innumerables asistentes así como también disertantes de mucho prestigio intentando dar luz sobre el futuro de la industria. Exponentes de compañías internacionales, funcionarios de primer nivel de ministerio y operadores para un negocio que hoy día aún carece de regulación.
Hay una preocupación sincera en los hombres de la política intentando una salida regulada de la industria y un tratamiento cierto del tema. Existe plena conciencia y consenso en los actores que la regulación traerá transparencia y aportes al Estado que les permitirá solventar gastos sociales así como también combatir al juego ilegal. Esto se pudo percibir en las disertaciones de los funcionarios y en las respuestas a las preguntas de los operadores presentes.
El final es abierto, todas las posibilidades están en el damero y nadie puede asegurar el destino de la reglamentación de la ley aprobada, que además solo regula las apuestas deportivas – de seguro no estarán operativas para el mundial de futbol de Qatar 2022 que es una inmensa posibilidad – pero además los juegos han sido incorporados a la ley con variables fijas de azar (como si fuese una lotería) lo que quita parte del atractivo.
En resumidas cuentas un enorme mercado potencial para las marcas y plataformas de juego, expectantes del avance del proceso regulatorio, que por las características del mercado necesita de adaptación de contenidos y accesibilidad al perfil del jugador brasilero. Es un país profundamente nacionalista y eso es muy positivo para encontrar ¨parceiros¨ lo que se podría traducir como socios y amigos de negocios locales. Indispensable para pensar en una operación exitosa.
Brasil, jogo bonito.