Existen personajes, en todas las esferas profesionales, instalados en la atalaya de la inaccesibilidad. Su lejanía es tal que ven al resto de los mortales a tamaño de miniatura. Con mucha frecuencia se da en algunos deportistas y políticos, cuya adustez no solo los "desmitifica" sino que banaliza esa presunta aura que los ha catapultado a un olimpo de chichinabo. Ocurre también en el sector del juego.
La única empresa del juego cotizando en el parqué español, con un incremento de facturación del 10,5% y siendo reelegido su consejo de administración, debería sacar de la urna en la que está recluido a Vicente di Loreto. Los escuderos de Kreab guardan con mucho celo declaraciones o exclusivas de Di Loreto, no habiendo concedido ninguna entrevista ni acudiendo a actos del sector. La figura más representantiva de una de las firmas destacadas de nuestra industria no puede refugiarse en el burladero pues hay que capear a toros, vaquillas o becerros (que hay muchos). Di Loreto delega en su equipo pero no es suficiente. Está en las antípodas de Jesús Franco o Manuel Lao, que han hecho de su cercanía el mejor marketing para sus clientes.
Otro endiosamiento, más sangrante si cabe, es el de los poderes públicos. Por mucha autoridad que sean – algunos se llenan la boca con la palabra probablemente porque la perdieron hace años en el ámbito doméstico- se deben a los ciudadanos. Voluntad de servicio, lo llaman en mi pueblo. Aquí señalo a Pilar Sansó, directora general de Comercio y Empresa de Baleares, aunque hay muchos de diferentes colores y fondos. La única vez que se puso en contacto con mi publicación fue para sugerir la retirada de una foto en la cual no salía favorecida. Una anécdota si comparamos la distancia establecida con los operadores de las Islas.
Inmaculada García o tiene miedo o es displicencia. La presidenta de SELAE no responde a las invitaciones formuladas desde el juego privado. Muchos asuntos del juego público nos afectan a nosotros. Sus 250.000 euros de salario anuales cimentan su altivez. Eso sí, la diplomacia ante todo con excusas por parte de secretarios, ayudantes o testaferros.
En fin, que la humanidad, un talante próximo, la transparencia y el buen rollito deben prevalecer entre aquellos con cargos de postín. En el lado opuesto, además de Franco y Lao, Prats, González Gago, Sanz, Ferrando, Pastor, Espinosa, …
