Mientras el fútbol inglés enfrenta un intenso escrutinio por sus patrocinios relacionados con el juego, la Liga de Irlanda ha optado por un enfoque más discreto y matizado. La Asociación de Fútbol de Irlanda (FAI) ha implementado una prohibición significativa que impide a los operadores de apuestas patrocinar al equipo nacional, con el objetivo de proteger a aficionados y jugadores de los riesgos asociados al juego problemático. Sin embargo, esta norma no se aplica a los clubes locales, lo que les brinda una oportunidad única en un contexto donde las restricciones son cada vez más severas en Europa.
Por ejemplo, uno de los clubes más influyentes de la liga ha destacado por llevar el logotipo de un operador de casino en sus camisetas. Este tipo de acuerdos resulta crucial para la sostenibilidad financiera de los equipos, ya que pueden marcar la diferencia entre el éxito y la supervivencia en un entorno competitivo.