La Generación Z, compuesta por jóvenes nacidos entre mediados de los años 90 y principios de los 2010, está transformando los patrones de consumo tradicionales, incluyendo su relación con la lotería.
Disminución en la participación en la lotería: Solo el 1% de los jóvenes de 18 a 27 años compra lotería habitualmente, en contraste con porcentajes mucho más altos en generaciones mayores, como los boomers (38%) y la Generación X (23%). Esto refleja un marcado desapego hacia las prácticas tradicionales de apostar en sorteos físicos.
Motivos del desapego:
- Preferencia por experiencias digitales y gratificación inmediata.
- Percepción de que jugar a la lotería es un gasto innecesario.
- Desinterés por el formato presencial y físico, ya que la generación Z está acostumbrada a la inmediatez y a plataformas digitales.
- La baja probabilidad de éxito y los premios fiscalizados también influyen en su desinterés
- Impacto económico y fiscal:
- Las loterías públicas generan más de 9.000 millones de euros anuales, con Hacienda recaudando un 20% en premios superiores a 40.000 euros.
- La menor participación juvenil significa menos ventas y menor recaudación para el Estado.
- Existe preocupación por la fidelidad decreciente de las nuevas generaciones hacia el juego público, además de la dificultad para fiscalizar las plataformas digitales donde participan.
Percepción y confianza:
- Menos del 15% de los menores de 30 años confía en los juegos de azar como forma de entretenimiento o enriquecimiento.
- En contraste, el 55% de los mayores de 50 años confía en sorteos tradicionales como el de Navidad.
Esfuerzos de adaptación de las loterías:
- La Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) intenta modernizar su imagen mediante campañas con inteligencia artificial, storytelling emocional y referencias culturales contemporáneas.
- Sin embargo, la estructura del juego (pago en efectivo, presencia física, espera de resultados) resulta poco atractiva para la generación Z, acostumbrada a la inmediatez y a plataformas digitales como Bizum, videojuegos y redes sociales.
Cambio en las tendencias de juego:
- Aunque las ventas de lotería bajan en los jóvenes, aumentan las apuestas deportivas online y los juegos de casino, que representan una mayor proporción de participación en el grupo de 18 a 25 años.
- Esto indica que los jóvenes no dejan de jugar, sino que migran a plataformas y formatos diferentes, muchas veces con mayor riesgo para su salud financiera.
Implicaciones y desafíos:
- La desconexión de la Generación Z con la lotería tradicional puede hacer que el juego estatal pierda relevancia en el futuro si no se adaptan los formatos, relatos y plataformas.
- Es crucial innovar en la forma de comunicar y distribuir estos juegos para mantener su atractivo y relevancia.
- La tendencia creciente hacia apuestas digitales y juegos de azar en línea requiere una regulación efectiva para prevenir problemas asociados.
La generación Z está “desenchufada” de los canales tradicionales del juego de lotería, lo que representa un reto para las instituciones públicas y operadores. La clave para mantener la relevancia del juego estatal en el futuro radica en innovar, adaptarse a los nuevos hábitos digitales y ofrecer experiencias que conecten emocionalmente con las nuevas generaciones.