Cecilia Lalinde, una uruguaya multifacética, se ha establecido en Estonia como croupier y dealer de póker, además de ser vedette de candombe. Su llegada a este país europeo se debió a una recomendación de una amiga uruguaya que decidió no tomar el trabajo en un casino en Tallin, lo que le abrió la oportunidad a Cecilia tras perder su empleo en Brasil debido a inundaciones.
Su trabajo en un casino boutique, propiedad de un millonario australiano, implica organizar partidas de póker, donde se reúnen jugadores de todo el mundo. A pesar de la barrera cultural y del idioma, ya que la mayoría de los jugadores hablan ruso, ella se comunica en inglés y ha comenzado a aprender sobre el estilo de vida estonio, que es más reservado en comparación con la calidez latinoamericana.
Cecilia describe la vida en Estonia como un desafío, especialmente en invierno, con temperaturas que pueden bajar a -15 grados y una falta de luz solar que extraña profundamente. A pesar de esto, disfruta de su trabajo y de la oportunidad de explorar una cultura diferente, aunque el candombe, su primera pasión, ha quedado un poco relegado por el momento.
A futuro, Cecilia planea seguir trabajando en Estonia, pero está abierta a nuevas oportunidades en Europa o en los Emiratos Árabes, con la esperanza de regresar a Uruguay con más experiencias y herramientas. Además, desea que sus padres puedan visitar y conocer su nueva vida en este país tan distinto al suyo.
