Leo estupefacto que las Juventudes Comunistas de Valdepeñas, municipio manchego de 30.000 habitantes, quiere prohibir las casas de apuestas – salones de juego- de sus barrios. La persecución contra estos establecimientos comienza a ofrecer similitudes con las purgas llevadas a cabo por Pepe Stalin, uno de los mayores represores de la historia de la humanidad cuyas prácticas adoptan, no de forma tan sanguinolenta menos mal, los comunistas de Valdepeñas.
"Exigimos un modelo de ocio diferente para la juventud que no consiste en alcohol y drogas/ Las normas que prohíben la entrada a menores de 18 años no se cumplen, como tampoco el consumo de alcohol en este rango de edad/ Y no es de extrañar, pues es una ciudad cuyos barrios poseen una renta muy baja, y es por ello que las políticas neoliberales muestran sus efectos más negativos a través de las casas de apuestas". Esto es un pequeño extracto del panfleto redactado por quienes no se han detenido ni un minuto a conocer de primera mano el sector al que desean ver en las hogueras desde su política inquisitorial.
Desde el sector del juego es hora de emprender acciones, de la naturaleza que sean, para detener ataques tan miserables que socavan la ya de por sí castigada imagen social de nuestro negocio. Supongo que los señores de esta Lozanía de Hoz y Martillo también desearán exterminar los bares, pubs y discotecas pues se sirve alcohol en los mismos. O los comercios en zonas "más deprimidas" pues hay que suprimir el capitalismo para dar alas a ese marxismo que tanto bien hizo en la Europa del Este.
Lo peor es que formaciones políticas como ésta, con navajas entre los dientes y el odio inoculado desde la cuna, tengan representación parlamentaria en cualquier provincia de nuestro país. De seguir así sufriremos una especie de genocidio empresarial de quienes hicieron novillos a la hora de aprender democracia y política.
Es el momento que surjan entidades como CEJUEGO, con Alejandro Landaluce quién se maneja excelentemente con los medios generalistas, y saque la escoba para limpiar esta basura de olor irrespirable.