¿Moda?. ¿Postureo?. ¿Compromiso?. ¿Obligación?. Discernir cuál de ellos es el motivo de estar expuesto, día sí y día también, a información sobre Responsabilidad Social Corporativa en el sector parecería difícil. Pero no. Da la sensación que los empresarios del juego, con una historia de 40 años, han sido hasta ahora insensatos, inconscientes e informales. Si hubiera sido así nuestra industria habría desaparecido. ¿O no es ser responsable cumplir con las obligaciones fiscales – excesivas por cierto – año tras año?. ¿O no es responsable acometer cambios en las fisonomías de las salas para habilitar zonas para fumadores y meses después comerte las inversiones con patatas pues aparece la Ley Antitabaco?. ¿O no es responsable la abnegación ante demoras administrativas injustificadas?. ¿O no es responsable velar por el jugador todo este tiempo?. Somos y hemos sido responsables en casi todo, por tanto lo vivido ahora obedece más bien a una inercia profesional aprovechable por algunos.
Pero falta ser responsable en otras cosas. ¿En qué?. Hay que se responsable ante la Administración y no decir un día blanco y al siguiente negro. Hay que ser responsable ante la prensa generalista, y no meter la cabeza bajo el ala cuando el torpedeo informativo es constante. Hay que ser responsable cuándo te quejas por el excesivo número de ferias y congresos pero luego montas celebraciones, guateques y saraos y te apuntas a casi todo. Hay que ser responsable con la estrategia comercial, y no agitar la bandera blanca y luego declarar la guerra.
En definitiva. Más que hablar de responsabilidad deberíamos hacerlo de seriedad. Pero de eso, en este sector, algunos no saben ni lo que es. Pobrecitos.