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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Zitro y sus sólidos recursos humanos

30 de mayo de 2024

Siempre dije alto y claro que el mejor activo que tiene una empresa radica en sus recursos humanos. Y cuando hizo falta así lo hice constar en consejos de administración donde se sentaban los dueños de la compañía. Un personal altamente comprometido con el ideario de la sociedad, asumiendo con voluntad férrea sus compromisos y siendo fiel partidario de sus iniciativas representa el mejor pasaporte para traspasar sin problemas la frontera del éxito, fortalecer a la empresa y garantizar el mantenimiento y la promoción de los empleos.

Que un grupo relativamente joven como es ZITRO cuente con empleados que han cumplido diez y quince años de servicio evidencia algo absolutamente determinante: Que la dirección cuida sus efectivos profesionales, que los sabe valorar e incentivar, que les hace partícipes de su espíritu de equipo y acierta a la hora de trasmitirles e inocularles sus principios, su ideario ( punto crucial para estimular la filosofía del trabajo bien realizado ) y su capacidad integradora en la que el factor humano es crucial llegado el momento supremo de estimular la producción y crear un ambiente de trabajo estimulante en lo colectivo.

Una de las bazas del triunfo espectacular de ZITRO a escala global es la extraordinaria dotación que dispone en lo que a recursos humanos se refiere. Una plantilla formada por miles de profesionales que se sienten el eslabón esencial de la empresa. Y eso se ha conquistado, en palabras del alma de ZITRO, Johnny Ortiz: «A través de la comunicación abierta y honesta y una gestión de los recursos humanos centrada en el desarrollo profesional de cada uno de los empleados. Tratamos de crear un ambiente de trabajo agradable y enriquecedor, que fomente la colaboración y el trabajo en equipo.»

Sabia receta la expuesta por Johnny Ortiz, que como grandísimo visionario de la función directiva que es, acierta de pleno al diseñar y ejecutar unos planteamientos laborales basados en el humanismo, la motivación personal, el acicate de la superación y un tratamiento del grupo en el que predomine, por encima de cualquier otra condición, las formas correctas que invitan al fortalecimiento del grupo. Ese es uno de los blasones que exhibe ZITRO en la actualidad y que ayudan sobremanera a acrecentar su vocación de universalidad. Y de éxito imparable.