Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Ya es navidad

19 de julio de 2023

Con el calor que hace, vaya tela. Con lo sudaditos que estamos a pesar del aire acondicionado y de la cervecita tostada. Con los agobios del termómetro que no nos dejan pegar ojo y estamos en estado de insomnio casi permanente resulta que ya es navidad. No, no se confundan. La idea no es como siempre de El Corte Inglés que se las ingenia para anticiparnos la llegada a bombo y platillo de la fiesta por antonomasia. La de la familia, el pavo, el besugo, el belén y la propina de los villancicos.

En ésta ocasión el águila mensajera que ha irrumpido en éste período tórrido, agobiante, desasosegante y con el plato añadido de unas elecciones y su campaña de despropósitos cuyas fechas sólo pueden ocurrírsele a un tipo o muy tonto o muy avieso, con semejante canícula encima SELAE aparece para decirnos que ya es navidad y que los décimos del gordo están a la venta.

Y la operación prenavideña de Loterías viene envuelta en el relato evocador y nostálgico que es seña de identidad de la casa. Apelando a las vacaciones en familia, a la estampa playera, a los recuerdos felices, a la memoria de aquéllos que nos precedieron en las jornadas de sol, baño y sangría. Todo muy típico de SELAE que sabe tocar la fibra de la sensibilidad y alentar las emociones, provocando incluso la lagrimita fácil que desborda los corazones y estimula la sensiblería. El marketing de Loterías lo fía todo a los sentimientos en la medida en que juega con ellos para obtener su propósito que en éste caso no es otro que a cinco meses vista ir fomentando la compra de billetes del sorteo rey por excelencia y engordar al máximo las cuentas de la casa.

Loterías pregonero de navidad cuando el calor nos asa literalmente. Una muestra más, y ya perdí la cuenta de las que van, de la desvergüenza de un organismo estatal que fomenta el juego como nadie –si exceptuamos la ONCE–, haciendo del público un ejercicio de promesas sin fin cuyo propósito no es otro que sacarle los euros a los ciudadanos. SELAE, el Estado, Hacienda: vaya jeta dura que hace trampas con las emociones. ¿ Eso es responsabilidad ?