Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

¿Y de la economía qué…?

22 de octubre de 2020

La economía es el motor del bienestar, la alegría de la vida, la piedra robusta que sirve para edificar los sueños y estimular el espíritu de superación. La economía es el vehículo que utilizamos para enfilar la carretera del progreso y que nos lleva en línea recta hacia las mejoras sociales, la prosperidad y la riqueza. Sin una economía sólida, fiable, que estimule la inversión, el empleo y el crecimiento generalizado no saldremos nunca de la mediocridad como país, haremos oposiciones a fomentar la miseria y entraremos en fase de depresión social, sin horizontes que descubrir ni conquistas que realizar.

Vivimos días terribles de incertidumbre y desasosiego. Nos acechan amenazas y nos han metido el miedo en el cuerpo. Y asistimos a restricciones ciudadanas, que desembocan en cierres de negocios, pérdidas de empleo y un debilitamiento económico que de persistir la actual situación, y todo indica que persistirá, lleva los visos de provocar un auténtico cataclismo.

El ciudadano está de acuerdo en que lo primero es la salud, que hay que preservarla a toda costa y ponerla a resguardo de la pandemia. Eso no es discutible. Como tampoco lo es herir de muerte la economía, endurecer sin criterios científicos que lo avalen medidas que van asfixiando progresivamente a las empresas hasta el ahogo y al final la extinción. De seguir por ése camino asistiremos a una doble mortalidad: la de las víctimas del Covid-19 y la de una economía que habrá sido en parte sepultada.

Estamos gobernados por una coalición socialcomunista para la que la economía, encarnada por la empresa, es factor secundario cuando no pieza a abatir. Si cae abatida nos aguardan días de desolación y ruina.