Don Jaume Sanahuja Yunyent es una de las figuras clave del juego en España. De su experiencia pueden extraerse múltiples conclusiones de las que tomar nota para adoptar posiciones y enmendar errores. Conoce el sector como pocos y en su papel de empresario audaz que trata de anticiparse a los acontecimientos y jugar la carta de la intrepidez sabe donde están sus frenos, los que le impiden imprimir al negocio la velocidad de crucero requerida.
Durante su intervención en el aniversario de GRECOJOC don Jaume, recurriendo a los modos diplomáticos dijo con sutileza “que la Administración no es tan rápida como los empresarios, hay mucha burocracia y sé que no podéis ir más rápidos de los que nosotros queremos”, aludiendo, finalmente, a la consabida frase de “las cosas de palacio van despacio.”
Tras las palabras medidas y de tono suave de Sanahuja, demostrativas de saber el terreno que pisa sin alterar al gallinero, hay una realidad lamentable: la extremísima lentitud de muchas Administraciones, la mayoría por lo general, a la hora de canalizar y dar solución a los expedientes del juego. Una eternización exasperante en los trámites se convierte en un auténtico calvario para el sector, que sufre, padece y soporta unos procesos que demoran por tiempo indefinido su lógica capacidad de evolución. El juego demanda, como cualquier otro segmento de la industria, un tratamiento ágil, dinámico, que le ayuda a desarrollarse y progresar. Todo lo contrario de un itinerario en el que se sabe cuándo se inicia un expediente pero nadie puede predecir la fecha de su resolución. Así funcionar con un mínimo de normalidad es harto difícil o si me apuran imposible. Y don Jaume es consciente de ello.