Las sentencias van cayendo como las hojas de los árboles en otoño. Primero fue la sentencia favorable al recurso presentado por ASECAL y a continuación ha venido la de SAJUCAL. Y en ésa línea se irán fallando los interpuestos por el resto de asociaciones del juego privado de Castilla y León. Todo un varapalo jurídico al Ayuntamiento de Burgos, al que el Tribunal Superior de Justicia le saca los colores, le recomienda que se meta en asuntos de su competencia y le pide, de paso, una miajita de coherencia cuando modifique sus criterios para justificar un cambio. Como colofón a la tunda propinada al municipio saca al Ayuntamiento de una interpretación manifiestamente errónea: el aumento del juego patológico no puede imputarse en exclusividad a los establecimientos de juegos privados. Existen los juegos online, matiza, y otras prácticas de azar, entre las que uno señalaría a los juegos de SELAE y ONCE. Y esto es de mi cosecha.
Los asesores jurídicos de las entidades recurrentes pueden sentirse satisfechos por el argumentario expuesto. Un municipio no está facultado para erradicar los establecimientos de juego de las zonas residenciales y condenarlos al lazareto del extrarradio o de los polígonos industriales. En la adopción de cualquier medida de calado respecto al juego, y ésta lo es y de envergadura, debe intervenir y decidir el gobierno autonómico de turno que es el que tiene asumidas las competencias en la materia.
Sucede que los ayuntamientos tienden cada vez con mayor frecuencia a meterse en camisa de once varas en lo tocante al juego. Y lo hacen sumándose a la corriente populista y radical que ha hecho del juego privado un blanco fácil objeto de descaradas manipulaciones.
Es de esperar que sentencias de éste tipo sirvan de advertencia y escarmiento a los municipios que tratan de participar, haciendo trampas, en la partida del juego. Y felicitar de paso a los abogados que han llevado adelante y con mucho tino el asunto, entre los que figura Jesús Serrano Escudero, que es un jurista más que acreditado en éstas cuestiones. Sentencias favorables de mucha trascendencia avalan su ejecutoria profesional.