Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Vamos a contar mentiras

10 de febrero de 2023

Dudo que en un país europeo donde imperan los fundamentos democráticos y la política se ejercita desde la seriedad y el rigor se toleren actuaciones de representantes gubernamentales como las que se dan en España. Es impensable que pueda tenerse tanta tolerancia, tanta paciencia y tanta manga ancha para admitir, sin que suceda absolutamente nada, que un presidente y su larga tropa de ministros hagan de la mentira, del engaño permanente a los españolitos una práctica cotidiana que utilizan con tanta naturalidad como falta de vergüenza.

Lo sangrante del caso es que esto es así pero nos hemos acostumbrado y lo aceptamos como lo más normal del mundo. Escuchamos al señor Sánchez y a cualquiera de sus palmeros decir una cosa y desdecirse a las pocas horas. Y aderezando sus peroratas con evidentes faltas a la verdad que ni les sonrojan a ellos, y ya hay que tener cara, ni parecen afectarnos a los ciudadanos de a pie.

En ocasiones existe la impresión de que los que mandan y ostentan el poder político subestiman y mucho la capacidad intelectual de los españoles. Al parecer no se les otorga la posibilidad de discernir. De otra manera no se entiende como los miembros del gobierno, con su venerado líder a la cabeza, tienen la grandísima jeta de lanzarnos un día sí y otro también declaraciones o mensajes trufados de falsedades, de las que son conscientes, y que divulgan con tantísima altanería como manifiesto menosprecio hacia la opinión pública. El vamos a contar mentiras es una asignatura en la que se aplican con inusitado fervor los componentes de un ejecutivo reñido con la verdad que no deja de superarse en éste sentido. Y lo extraordinario del asunto es que tanto relato burdo, tanta tomadura de pelo no se salda con ningún cese ni dimisión. Antes al contrario: la soberbia gubernamental se supera así misma y las bolas aumentan de tamaño. Pero tranquilos: esto va de maravilla. Al menos eso nos cuentan.