Alfredo García Murcia nos dijo adiós el pasado mes de mayo y dejó a su alrededor un vacío inmenso entre quienes gozamos de su aprecio y amistad. En el plano empresarial y asociativo sucedió otro tanto porque Alfredo, que fue un gestor sobresaliente y un hombre con ideas que sabía lo que hacía y lo que decía, sentó cátedra en cuanto a su conocimiento del bingo y las estrategias a aplicar en cada momento y circunstancia.
Una personalidad como la de García Murcia provoca con su desaparición un hueco muy difícil de llenar en cualquiera de sus ámbitos de actuación. En el caso de la Asociación Levantina de Empresarios de Bingo ( ALEBIN ) parece que se producirá un relevo anunciado y Vicente Coves Selva asumirá próximamente la dirección asociativa. Y lo hará sabiendo bien el terreno que pisa.
Vicente Coves ha estado por espacio de muchos años al lado de Alfredo, tanto en la asociación como vicepresidente como en la empresa como socio. Han sido largas etapas de trabajo en común, de saber complementarse, de identificación plena en aspectos esenciales. De ahí que la figura de Vicente Coves emerja con la fuerza propia de un empresario de mucha enjundia para coger con garantías el timón de ALEBIN.