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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Un mundo feliz

21 de octubre de 2021

Cuando leo o escucho a las terminales mediáticas afines al gobierno me vengo arriba, me doy un chute de optimismo. No había caído en la cuenta de que vivo en un mundo feliz, como de novela de Aldous Huxley. En una España recuperada, vigorosa, con músculo económico y un futuro de crecimiento realmente espectacular. Los augurios oficiales indican que vamos en la mejor dirección, rumbo a un futuro próximo preñado de bienestar y con mucho dinero circulante. En fin, que caminamos hacia el colmo de la felicidad.

Tras éste baño de alegría por lo estupendas que están las cosas de la economía en mi país me cuentan que en mi barrio han cerrado dos bares, una zapatería, una tienda de electrodomésticos y un ultramarinos. Que mi cuñado Vicente está en el ERTE y sus dos hijos en el paro y llevan dos meses sin poder pagar el alquiler de la vivienda. Que la lavandería de la esquina anuncia el cierre porque el gasto de electricidad es insoportable. Que Manolo, el vecino autónomo jubilado, vende el coche porque al precio que está la gasolina no puede circular. Y así siguen unas cuantas historias.

Al enterarme de tantas desdichas pienso que estoy viviendo entre dos mundos, uno figurado y otro real. Y logro hasta confundirme. No sé en realidad si estoy soñando o me están engañando. Son dos visiones absolutamente distintas de un país que vive anestesiado por la propaganda oficial, por la política concebida como mero recurso publicitario que hasta nos hace dudar y nos sume en el desconcierto. ¿ Y si resulta que es verdad que estamos en una España absolutamente feliz ? Que cada cual haga su diagnóstico.