Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Tiempos de Cervantes

19 de abril de 2024

El amigo Julián Pérez, al que conozco de años atrás y con el que mantengo lazos de efecto duradero, me dedicó en un artículo publicado en nuestra revista frases elogiosas que agradezco por venir de quién vienen. Julián me califica en el escrito de referencia, igual que lo hace en nuestras conversaciones cotidianas, de maese, apelativo que acepto de muy buen grado por lo que entraña en cuanto a cordialidad y cariño personal. No me siento maestro de nada y por descontando que carezco de la menor habilidad para ser prestidigitador en cuestión de juegos. Y Julián remate la faena para proclamar que mi pluma desprende un aroma cervantino.

Querido Julián te has pasado cantidad de pueblos con semejante aseveración. Me refiero, claro, a lo de cervantino. Gracias te sean dadas pero estoy a una distancia sideral y estratosférica del autor del ingenioso hidalgo. Pero lo que sí te digo, al tiempo que te expreso mi gratitud por tan descomunal consideración, es que me considero de otro tiempo, si no próximo a don Miguel de Cervantes y Saavedra, sí bastante divorciado del que últimamente me ha tocado vivir.
Por edad, por mi visión particular de la vida, por mi concepto sobre las normas que deben regular la convivencia, me considero alejado del presente en el que me toca estar y próximo, no digo a Cervantes porque sería exagerar la nota, pero a una época ya lejana en la que existían otros parámetro para medir las relaciones humanas, para acatar unas reglas de respeto y consideración hacia el prójimo más cercano, para hacer de la existencia un ejercicio más amable y menos enconado y agresivo que éste de hoy que posee la virtud de sobreexcitarnos a diario.

Me confieso antiguo, añorante de un ayer lejano que ahora no se entiende pero siempre comprometido con una serie de valores que ahora ni se practican o se desdeñan. Están pasados de moda. ¿ Cervantino ? Hombre, Julián, hago marcha atrás y voy en busca del tiempo perdido. Amén.