Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Teo Pallás, buena gente

19 de abril de 2023

Tener que despedir a Teo Pallás ha sido uno de ésos golpes bajos que da la vida que hacen que te rebeles. Por lo que tiene de cruel e injusto, por el hueco que deja, por lo temprano del adiós definitivo cuando de Teo cabía esperar muchos abrazos, sonrisas, golpes de humor. Para los que lo conocimos, tratamos y apreciamos Teo era lo que en términos coloquiales solemos denominar buena gente. Y nunca mejor ajustado el calificativo porque en Teo anidaba un espíritu en el que cabía de la manera más natural la campechanía, la espontaneidad capaz de transmitir confianza y un sentido del humor contagioso que rompía barreras y sembraba cordialidad.

Guardo en la memoria un sinfín de recuerdos compartidos con Teo y su muy querido hermano Paco más allá de nuestros límites regionales. En Torremolinos, en Madrid, en Barcelona y en más lugares mi amistad siempre sostenida en el tiempo con los hermanos Pallás me llevaba a disfrutar de mesa y mantel junto a su compañía. Y ahí aparecía de manera invariable la socarronería de buena ley de Teo, su alegría de vivir y sentir, su tributo a la amistad y a lo que sus dones representan.

Teo era una persona que de manera permanente te abría las puertas de la expansión individual, que no usaba caretas y se mostraba con absoluta naturalidad tal y como era. Pegado solidamente a sus raíces, sabía bien de donde venía y lo que quería. De ahí su pasión por la tierra que le vio nacer, su apego por la huerta y sus frutos, su amor por los caballos. Compartí con él momentos muy duros por circunstancias familiares que supo afrontar con el talante de los indomables, de los que luchan con uñas y dientes por salir adelante. Y al final superó con fortuna aquél trance.

Todavía no nos hemos resignado a prescindir de su compañía. Y creo que tardaremos mucho tiempo en hacerlo. Porque Teo Pallás fue a lo ancho de su existencia, cruelmente acortada, un claro exponente de ése tipo de gente, cada vez más reducido, que hace de la palabra amistad un regalo, un bien extraordinariamente apreciado que aciertas a valorar cuando se produce el adiós que duele y conmueve. Por suerte su recuerdo seguirá latente en aquéllos que sentirán su ausencia a lo largo del tiempo. Teo fue uno de los nuestros, y de los mejores. En SECTOR DEL JUEGO damos fe de ello.