La consellería de Economía y Hacienda de la Comunidad Valenciana anuncia la adopción de una serie de medidas para la regulación del juego. Destacan las que afectan al Reglamento de Salones y al proyecto de decreto del Reglamento de Apuestas Deportivas. También entrarán de lleno en el reforzamiento de la protección a los colectivos vulnerables.
Confío en que se acierte en lo que concierne a los salones y las apuestas deportivas. Que se contemplen ambos textos con amplitud de miras y criterios objetivos. Que los prejuicios, tan hermanados con el tratamiento legal del juego, no dejen sentir su influencia negativa. Que exista en el caso que nos ocupa una voluntad evolutiva, sin complejos, para que los sectores afectados puedan gestionar sus negocios con una cierta normalidad.
Dicho esto quiero poner especial énfasis en algo que me parece sumamente importante para el devenir del juego valenciano. Hablo del propósito de simplificar los trámites administrativos que deben seguirse para los asuntos relativos al sector. Este apartado es de suma trascendencia. Agilizar y dar respuestas rápidas a los papeleos reglamentarios es una cuestión de primera necesidad para el funcionamiento de las empresas. No se puede continuar con unos procedimientos lentos, engorrosos, que se eternizan hasta llegar a un definitivo visto bueno que cuesta a las empresas mucho tiempo y dinero. En una sociedad tan tecnológicamente avanzada como la nuestra no es en modo alguno admisible tener que subordinarse a los dictámenes de una función pública tan prolija como desesperante.
En éste capítulo la dirección general de Tributos y Juego, que encabeza Inmaculada Domínguez y en la que tantas expectativas de mejora hay depositadas, tiene encomendada una misión cuyo principal objetivo no debe ser otro que aligerar las disposiciones vigentes, en dotarlas de la agilidad suficiente para que el asomarse a una serie de ventanillas no resulte un ejercicio tan pesado y exasperante como costoso. Imprimir velocidad de crucero a los trámites del juego es una aspiración sectorial tan legítima como merecedora de ser tomada muy en cuenta por el gobierno de la Generalitat Valenciana. Conviene apostar por la simplificación y la eficacia, conceptos que van unidos.
