Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Sevilla en el corazón

18 de julio de 2024

Volver a Sevilla desde una ausencia de muchos años es abrir la puerta del corazón a la gloria bendita, a la gracia que pellizca el aíre desde Santa Cruz a Triana. Es reencontrarte otra vez con el duende que se cobija en las esquinas, con la magia inmarchitable de una ciudad que te hace feliz con sólo verla, perdiéndote por sus calles donde se abrazan los balcones y el sol se desliza como una lengua de oro hasta besar sus plazas y sus flores que huelen a primavera del alma.

Sevilla es donaire, invitación a la vida, alegría para ser disfrutada mientras te dejas atrapar por un embrujo que no tiene nombre y que te llega a lo más profundo de tu ser y sentir. Este retorno me ha dado la oportunidad de volver a saborear todo el encanto de un escenario urbano en el que la monumentalidad y la arquitectura de trazos sencillos se armonizan como en ningún otro lugar del mundo configurando estampas de una belleza que inunda los ojos hasta anegarlos del fulgor desprendido de una luz única e irrepetible.

El retorno a Sevilla me ha permitido salir al encuentro de una ciudad que estaba anclada con voluntad firme en la memoria. De la que se desprendían recuerdos y vivencias que a pesar del tiempo transcurrido siguen conservando intacta su frescura, su intemporalidad, su legado permanente que nada logra borrar.

Sevilla es la novia radiante, que te sonríe y te engalana el alma. Y sumergirte de nuevo por su fisonomía urbana deteniéndote en sus patios floridos, contemplando el Guadalquivir desde una terraza o cobijándote a la sombra de la Giralda es un ejercicio supremo de vida y esperanza. De plenitud total ante una ciudad que te hace cautivo fiel de su aroma incomparable. Que dicha tan plena la de admirar de nuevo ésa Sevilla bajo el influjo del duende que sólo allí se encuentra. No puede explicarse con palabras. Hay que recurrir a la poesía que es torrente de emociones. Y ahí está Sevilla.