Jesús Serrano Escudero, abogado, al que del juego le tienen que enseñar bien poco puesto que es alumno muy aventajado en la materia, en su calidad de portavoz de la Mesa Intersectorial del Juego de Castilla y León nos informaba sobre el texto de la nueva Ley de ámbito comunitario. Hacía una valoración positiva de la misma al tiempo que resaltaba el espíritu de consenso que se plasma en aspectos esenciales y el grado de seguridad otorgado en favor de los colectivos más vulnerables. Finalmente agradecía el trabajo desarrollado por la consejería de Presidencia y en particular de su titular, Luis Miguel González Gago.
Hecho éste preámbulo a lo que voy es al papel de Jesús Serrano que a lo largo de muchos años en cuestión de leyes, reglamentos y decretos del juego en Castilla y León y a escala nacional siempre ha estado al pie del cañón. Y ahí sigue como el primer día, con una vocación de servicio al sector que no decae y al que le ha sacado las castañas del fuego en más de una ocasión mediante un ejercicio profesional rico en experiencias y conocimientos.
Lo que sucede en el caso de Serrano, al que pienso no se le ha otorgado el reconocimiento que merece, es que nunca ha sido amigo del figureo ni de situarse en un primer plano. Lo suyo es el sentido de la discreción utilizado como norma de conducta y eso en la mayoría de ocasiones otorga un escaso rédito en lo personal y profesional. Lo importante, digo, es que Jesús continúa con ánimo renovado dando mucho juego en las cuestiones sectoriales, en las que hace gala de una defensa razonada y muy experimentada de los asuntos que afectan a la industria y que inciden sobre su desarrollo y futuro.
Jesús Serrano lleva treinta y nueve años metido de lleno en los temas jurídicos del juego. Y viene haciendo su trabajo con brillante persistencia. Conociéndolo me consta que no abandonará nunca la primera línea de combate. Es lo suyo.