Hay personas que de la discreción hacen una regla de oro que imponen en sus pautas de comportamiento. En ése espejo suele mirarse con pertinaz asiduidad Santos Martínez, el directivo del bingo andaluz que pide permiso para andar por la vida dando muestras de tanto señorío como prudencia. Conozco a Santos de mucho tiempo atrás y siempre lo he visto en una posición inalterable que no cambia con el paso de los años ni el devenir de los problemas. Una actitud la suya de serenidad, de estar muy al tanto de las situaciones pero procurando darles un tratamiento serio, desprovisto de tremendismos o de acciones acaloradas. En Santos los pasos se miden con el metro de la lógica, el buen sentido y las propuestas prácticas que van directas al meollo del asunto. Lo suyo es de frente y por derecho, empleando para ello el temple propio de quién, en temas de bingo, no tiene que recibir lecciones.
ASOBING se fundó en 2003 y desde entonces, veintiún años se llevan sumados, Santos Martínez sigue siendo el secretario. Algún mérito habrá acumulado, digo yo, cuando se han cumplido dos décadas largas de sus servicios a la asociación. Se embarcó junto a Ignacio Benítez Andrade y Antonio Lora en la constitución de ASOBING y ahí prosigue junto a Ignacio dejando constancia del desarrollo de una labor caracterizada por la constancia, la solvencia y el profundo saber y entender todas las cuestiones, por enmarañadas que sean, del bingo sus circunstancias y sus posibles soluciones.
En el plano personal es un lujo tratar con Santos. Sus modos de comportamiento poseen como rasgos sobresalientes las buenas formas y el comedimiento en todos sus actos. Con él viaja de manera permanente ésa persona discreta, correcta y sin disonancias. Otros, con bastante menos bagaje que él en todos los órdenes, hacen alardes de no se sabe bien que. Santos opta por la sencillez y el saber estar en cualquier lugar. Nunca ha jugado la carta de la altanería, que tanto abunda por éstos pagos, y eso lo agradecemos quienes nos sentimos próximos a él por lazos de amistad sentida y duradera.