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DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Salvador Alemán y Juan José Casimiro

12 de noviembre de 2018

Conocemos empresarios que están habitualmente en el foco de la primera línea. Ese foco que confiere luz y notoriedad y que contribuye decisivamente a que se alcance un cierto grado de relevancia social. Muchos de ellos son noticia por la ejecutoria o actualidad de sus empresas más que por voluntad propia de asumir un plano relevante. Otros por el contrario se pirran por aparecer en la foto, por figurar a toda costa aunque sea a base de codazos. Unos y otros, por razones diversas, suelen estar en candelero y ser objeto de atención y comentarios.

La antítesis de ésta clase empresarial es ésa otra que hace de la discreción, del andar de puntillas y sin armar ruido su pauta habitual de conducta. Son personas imbuidas de un sentido de modestia, de la verdad, que no se corresponde con su estatura y potencial como empresarios. Este es un perfil al que se ajusta la personalidad de Salvador Alemán Álvarez y Juan José Casimiro Ojeda, cabezas visibles y pensantes de dos familias que forman AUTOMATICOS CANARIOS y que llevan un puñado de años levantando y haciendo crecer a un grupo modélico por la envergadura de sus negocios y por el tratamiento que les dispensan. Porque si algo caracteriza a éstos dos empresarios canarios, presentes en bingos, casinos, salones y apuestas, es su decidida apuesta por la calidad, por una oferta marcada por la distinción, el cuidado del detalle y la inversión generosa que confiere valor añadido a la oferta.

Salvador Alemán y Juan José Casimiro, con sus segundas generaciones ya en tareas de máxima responsabilidad, son un ejemplo de trabajo y entrega al juego en todos sus frentes. Y lo han hecho midiendo los pasos, casi en silencio y sin afán de notoriedad ninguna. Lo que no deja de ser un ejercicio de sencillez y de vida plena, sin artificios.