Autor

DESDE LA AVENIDA Juan Ferrer

Salud y también dinero

17 de septiembre de 2020

Por descontado que lo primero, lo prioritario es preservar a toda costa la salud del ciudadano. Esto es indiscutible y no admite objeción. Ahora bien tampoco es recomendable extremar las medidas proteccionistas porque a lo peor queremos cuidar tanto la salud que terminamos por debilitarla extraordinariamente por falta de las energías precisas, por carencia de la alimentación necesaria, porque nos olvidamos que sin dinero, sin una economía que funcione no hay cesta de la compra y entonces llamamos a la puerta de la escasez que es el pórtico del hambre.

Me planteo éstas reflexiones a la vista de como está discurriendo la vida del país en éste tiempo de pandemia. Que sigue deparando malas noticias y dejando constancia de que estamos en manos de los peores oficiales en la más cruenta de las batallas. La hostelería, una de nuestras principales industrias, está siendo sometida a un acoso extremo que no le deja respirar hasta conseguir que un alto porcentaje de negocios, medianos y pequeños por lo general, están en la UCI o pasen directamente al tanatorio. Se les está asfixiando económicamente a base de prohibiciones y ausencia de estímulos, de comprensión, de falta de criterios coherentes, de improvisación.

Con un mercado en fase de bestial retroceso la hostelería, es un ejemplo, garantizará la salud de sus clientes. Eso sí. Lo malo es que los camareros y cocineros no podrán atenderles por encontrarse en estado comatoso. Será la doble cara de la moneda.